Mientras su marido hablaba de negocios con Quinton James y un socio, su sexy esposa Rachel Starr disfrutaba desnuda de la piscina. Quinton se toma un descanso de la reunión y llega a la piscina, donde ve a Rachel en todo su esplendor flaco dándose un chapuzón. Quinton no podía quitarle los ojos de encima a la linda chica, y a ella le encantaba la atención... atención que no recibía de su marido. Rachel deja que Quinton haga algo más que mirar fijamente, quiere sus manos sobre su cuerpo... ¡y quiere hacer el amor! ¡Pero tendrán que ser astutos si no quieren que los atrapen!
La tetona del vecino
